El ahorro energético derivado de una adecuada gestión del espacio y del uso de sistemas de gestión de accesos a edificios puede traducirse en una reducción de las necesidades energéticas y de las emisiones anuales de carbono de los edificios, contribuyendo de forma significativa a los esfuerzos de sostenibilidad medioambiental. Esto es lo que se desprende de la investigación de ISEO Ultimate Access Technologies llevada a cabo con el Departamento de Arquitectura, Entorno Edificado e Ingeniería de la Construcción del Politecnico di Milano, basada en un estudio de casos, con el objetivo de evaluar el impacto de los sistemas de cierre inteligentes en el rendimiento energético de los edificios.
La adopción generalizada de modelos de trabajo flexibles ha dado lugar a una gestión del espacio en las oficinas que no es óptima. En respuesta a este reto, el control de acceso inteligente surge como una solución clave para una serie de factores, entre ellos: la aplicación de estrategias de gestión del flujo de personas, la optimización del espacio y la reducción de las necesidades energéticas de los edificios.
Los resultados de la investigación indican que el cierre optimizado de una media planta al día puede suponer una reducción de los costes anuales normalizados de aproximadamente un 13-14% y de energía primaria de entre 56 y 123 MWh para el edificio objeto de estudio. La investigación también quiso tener en cuenta el impacto medioambiental relacionado con la producción de los materiales que componen los dispositivos electrónicos, la instalación de los sistemas implantados y el mantenimiento de los principales componentes para la gestión optimizada del espacio. A este respecto, constató que, incluso desde la perspectiva del ciclo de vida, las mayores emisiones de carbono medidas en comparación con un sistema de gestión de accesos convencional se compensan completamente en pocos meses con las emisiones evitadas gracias al ahorro de energía en el uso del edificio.